TALENTO HUMANO, LA DIFERENCIA ENTRE UNA COMPAÑÍA Y UNA GRAN COMPAÑÍA

TALENTO HUMANO, LA DIFERENCIA ENTRE UNA COMPAÑÍA Y UNA GRAN COMPAÑÍA

Aunque en teoría toda empresa, como organización, está fundamentada en las personas que la constituyen y, por lo tanto, el factor humano debería ser el eje fundamental de las mismas; la realidad, en muchas empresas, es que cada persona es “una pieza más” de todo su engranaje de producción de bienes y servicios.  Y este es el resultado de concepciones obsoletas del siglo pasado, que etiquetan al recurso humano como un instrumento más de la organización, sin considerar que cada individuo, por sí solo, posee potencialidades, habilidades, competencias y, en general, talentos que los hacen únicos y  capaces de darle vida y movimiento a la misma.

Ahora bien, identificar, organizar y canalizar los talentos de cada individuo, de manera tal que se alineen con los objetivos y metas organizacionales, no es tarea fácil, pero sí necesaria para poder potencializar el aporte que cada trabajador pueda dar al desarrollo y crecimiento de una compañía.  Y es esta necesidad, la que ha llevado a las organizaciones a crear objetivos específicos encaminados a la administración o gestión de este talento humano, considerándolo como su capital más importante.

Surge, de esta forma, un nuevo e imprescindible reto para las áreas de recursos humanos en las compañías, que va  más allá de los procesos técnicos transaccionales, como lo es el de consolidar un nuevo enfoque estratégico de los empleados con una perspectiva mucho más humana, e individual, en la que las aptitudes, comportamientos, y expectativas de cada persona cobran mayor relevancia para la transformación de la empresa y su cultura.  Así que, si la empresa está conformada por personas, entonces del estudio y gestión que se haga de sus talentos, dependerá en gran medida el éxito y logro de os objetivos corporativos.

En este orden de ideas, y bajo este nuevo enfoque, la calidad de vida, bienestar y salud del trabajador se convierten en partes integrales de su trabajo, de su rendimiento y de sus resultados. Ignorar este hecho, supondría un corto circuito ente la empresa y sus empleados, lo que generaría una falta de identificación con la visión, objetivos y metas corporativas, así como un deterioro en el ambiente de trabajo que llevaría a situaciones de conflicto, bajo rendimiento e ineficacia.

Por lo tanto, el principal objetivo de la administración del talento humano debe ser el de ofrecerle al individuo un clima organizacional estable que, no solo le permita crecer como persona, sino integrarse con la visión y los objetivos generales de la compañía a partir de un mayor sentido de pertenencia hacia ella. Así que, las acciones a implementar deben apuntar a mejorar la calidad de vida de las personas y fomentar ambientes de trabajo idóneo, logrando en los empleados resultados como:

  • Que se apropien y empoderen de su trabajo y de sus resultados
  • Que aumenten su productividad, potenciando sus aptitudes
  • Que mejoren sus relaciones interpersonales y el trabajo en equipo
  • Que entiendan y se comprometan con la visión, metas y objetivos de la empresa, alineándose con ellos.
  • Que generen efecto multiplicador hacia el resto de la empresa
  • En general, que sean empleados más felices, al conectar su éxito personal con el éxito de la empresa.

De acuerdo con lo anterior, cabe destacar que, en una economía tan dinámica como la actual, el gran reto de las empresas es adaptarse rápidamente a los cambios permanentes, con innovación, con tecnología pero, principalmente con el compromiso y participación de su capital humano, siendo sensibles todas y cada una de las acciones y políticas que implementen al respecto. Y si bien es cierto, todo esto implica un gran esfuerzo, consideramos que la administración del talento humano debe ser una tarea conjunta entre la empresa y compañías expertas en el tema, dejando actividades netamente operativas, como la gestión de la nómina, contratación, recobro de incapacidades entre otras, abiertas a ser desarrolladas por terceros especialistas.

En conclusión las actividades que se implementen, y los resultados obtenidos marcarán la diferencia entre una compañía del corte tradicional y una GRAN compañía, con empleados felices y comprometidos.

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